
A estas alturas, desde el punto de vista de la psicología, nadie se sorprende si decimos que el COVID ha cambiado nuestra vida. Lo que a principios de año ni siquiera le dábamos importancia se ha acabado convirtiendo en un virus que ha afectado a todos los ámbitos de nuestra vida. Todo se ha tenido que cambiar: formas de trabajar, higiene, hábitos… Incluso las formas en que caminamos por la calle o nos reunimos con amigos y familia. Y todo esto ha provocado también modificaciones a nivel psicológico.
¿Por qué nuestra manera de pensar se ha visto cambiada? Primero tuvo lugar el confinamiento: todo el país estuvo metido en sus casas durante aproximadamente 3 meses. Y esto provocó que las diferentes situaciones que vivieran las personas les provocaran trastornos de ansiedad, angustia, depresión y, en los casos más leves, tristeza por no poder estar en contacto con sus seres queridos. Hay que tener en cuenta que las pandemias, de por sí, provocan cambios muy importantes en la psicología de las personas. Esto es porque tenemos una percepción de la situación que nos genera incertidumbre, confusión acerca de lo que está pasando y momentos angustiosos con los que, en ocasiones, no sabemos tratar.
El llamado estrés por la pandemia ha dado lugar a que multitud de personas se tengan que enfrentar a situaciones completamente nuevas, como falta de recursos, desconocimiento del mañana y restricciones de movimientos que también han agravado las situaciones a las que la Humanidad está haciendo frente.
Los problemas más comunes del COVID, a nivel psicológico

Para ver cómo la psicología nos puede ayudar en cuanto a los efectos que está provocando el COVID, primero tenemos que centrarnos en los problemas que están surgiendo. Estos no son pocos, y en su gran mayoría tienen que ver con el funcionamiento de nuestro cerebro.
Entre las enfermedades mentales que han provocado las situaciones vividas por el COVID, están las siguientes:
- Ansiedad.
- Tristeza.
- Depresión.
- Suicidios.
- Angustia.
- Confusión.
- Sensaciones falsas.
Y en toda esta lista también deberíamos añadir la incertidumbre. ¿Qué pasará el día de mañana? ¿qué situaciones nos deparará el COVID? El hecho de no saber lo que nos puede suceder también da lugar a nuevas dolencias que se pueden transformar en problemas mentales, o incluso físicos.
La psicología también tiene que ver con la actitud

Cerebro y psicología van unidos, lo que significa que lo que pensamos también es lo que hacemos. Por lo tanto, en tiempos de pandemia, podríamos decir que nuestros pensamientos pueden jugarnos malas pasadas. Tras realizar un análisis de la conducta, se ha detectado que muchas personas, después del confinamiento, tienen tendencias negativas. Entre estas se encuentran malos pensamientos, angustia y una tristeza que impide desarrollar una vida normal.
Los estudios que han comparado a personas de una misma población, y que se han visto obligados a mantener una cuarentena, han demostrado que estos tienen tres veces más posibilidades de desarrollar malestar psicológicos. En los niños, estos sentimientos tienen una probabilidad cuatro veces mayor, respecto de las personas que no han tenido que mantener algún tipo de confinamiento.
Es evidente que ante este tipo de situaciones es imprescindible poner en marcha soluciones, casi siempre en forma de terapias con las que se quiere conocer los problemas mentales a los que hace frente la gente. De esta forma, se podrá conocer la gravedad del asunto, y las maneras que existen de resolver los inconvenientes.
Así es el nuevo síndrome de la cabaña

Durante el desconfinamiento también se puso en marcha un nuevo síndrome con el que se quería reflejar lo que estaba sucediendo en el cerebro y el comportamiento de las personas. El llamado síndrome de la cabaña quería informar acerca de lo que era el hecho de salir de casa, después de varias semanas encerrados y sin ver a nuestros seres queridos ni a otras personas.
El síndrome de la cabaña se explica como la experiencia que se da lugar cuando las personas no quieren salir a la calle, una vez está permitido, en las zonas y horarios que corresponden a cada zona. O, incluso, cuando estos no existan y se pueda circular libremente.
La existencia de este síndrome no es nueva, ya que también se ha podido comprobar su presencia en personas que han estado en prisiones, en pacientes que han tenido que estar hospitalizados durante mucho tiempo, o en entornos cuya seguridad es incierta o en dónde los riesgos se desconocen con exactitud. La última razón se podría aplicar a la actualidad, ya que no sabemos qué nos podría pasar el día de mañana.
El síndrome de la cabaña nos hace llegar a varias conclusiones. Por una parte, nos permite ver que los confinamientos pueden dar lugar a enfermedades y síndromes que provocarían un cambio en nuestro comportamiento. Además, también muestra la urgencia de que, ante determinadas situaciones, es imprescindible la atención psicológica.
¿Puede ayudar la psicología en este tipo de situaciones?

A cada problema, su solución. Si el COVID ha provocado enfermedades mentales y situaciones que cambian los comportamientos de las personas hacia su lado negativo, también hay que decir que podemos tratar todos esos movimientos, proporcionando soluciones que nos permitan conocer cómo es nuestro nuevo entorno, y reaccionando de manera positiva.
La psicología puede ayudar a los trastornos mentales provocados por el COVID, pero es imprescindible saber que para superar estos serán necesarias las correspondientes terapias.
En Clínica El Espinillo ya estamos ayudando a decenas de usuarios que han reconocido que la pandemia y las diferentes situaciones que ha provocado han repercutido de manera negativa sobre su salud mental. Las depresiones y los pensamientos negativos tienen omnipresencia en este tipo de situaciones, aunque con un tratamiento psicológico correcto es posible evitar las enfermedades y volver al desarrollo de una vida normal. Casi igual a la que llevábamos a cabo antes del famoso confinamiento.
Cómo puede ayudar Clínica El Espinillo

Ante la avalancha de inconvenientes que tienen que ver con la psicología, y provocados por la pandemia del COVID, el equipo de Clínica El Espinillo sigue trabajando. Y lo está haciendo enfocando sus esfuerzos en un problema nuevo, con terapias nuevas y centradas especialmente en aquellos puntos que más molestias pueden llegar a dar.
Como ya sabéis, en la clínica disponemos de un servicio de psicología individual que se lleva a cabo en varios sesiones. En esta se analizan los daños que ha realizado el COVID, a nivel mental, y se ponen en marcha las soluciones necesarias. La duración de cada sesión es de 60 minutos, en los que se ayuda al paciente a controlar su entorno, conocer las novedades que existen y, sobre todo, incrementar su confianza ante los nuevos retos.
Consúltenos sin compromiso.